domingo, 22 de mayo de 2016

Kungens Födelsedag.

   Ha habido una racha de fines de semana en que Estocolmo fue una ciudad tomada por la música. El anterior sábado se celebró el LXI Festival de Eurovisión (era la sexta vez que tenía lugar en Suecia), el domingo 15 de mayo comenzaban las galas eurovisivas con la ceremonia de apertura del festival, y el 30 de abril habían tenido lugar los festejos para celebrar el 70º cumpleaños de "Hans Majestät Konung Carl XVI Gustaf", el cumpleaños del rey que da título a esta entrada y que estuvo también caracterizado por el protagonismo de la música.


Fantástico día en Estocolmo para realizar tranquilamente los festejos.
Interior de la Capilla Real, escenario del "Te Deum".

   Comenzaban las celebraciones a las 10:00 de la mañana en la ya por nosotros conocida Slottskyrkan (Capilla Real) del Kungliga Slottet (Palacio Real), con un "Te Deum" al que asistió la familia del rey, que ocupó los sitios de honor del lado del Evangelio; y muchos representantes de otras casas reales, entre ellos, SS.MM. los Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía, ubicados en los sitios de honor del lado de la Epístola. La etiqueta del acto indicaba traje oscuro para los caballeros y traje corto para las damas.


Los Reyes de Suecia, los últimos en entrar, seguidos del oficiante.
Colocación de los representantes de las casas reales asistentes.

   Tras haber tomado asiento todos los invitados, hicieron su entrada, por riguroso orden de precedencia creciente, Deres Kungliga Högheter (SS.AA.RR):
- la Princesa Magdalena, Hertiginna av Hälsingland och Gästrikland (Duquesa de Hälsingland y Gästrikland)  y su marido, Chris O'Neill.
- el Príncipe Carlos Felipe, Hertig av Värmland (Duque de Värmland) y su esposa, Sofía Hellqvist, en su primera aparición tras haber dado a luz.
- la Kronprinsessan (Princesa heredera) Victoria, Hertiginna av Västergötland (Duquesa de Västergötland), su marido, Daniel Westling, y su hija la Princesa Estelle, Hertiginna av Östergötland (Duquesa de  Östergötland).


Palabras del Presidente del Parlamento, y familia de la princesa heredera.
Precioso el mini-butacón para la Princesa Estelle.

   Cerrando la comitiva y al son de una fanfarria, entraron Deres Majestäter Konungen och Drottningen (SS.MM el Rey y la Reina), que tomaron asiento en los sitios más cercanos al presbiterio, y el ministro oficiante. El homenajeado llevaba uniforme militar y sus condecoraciones, por este orden, de Gran Maestre de la Orden de los Serafines, de Gran Maestre de la Real Orden Familiar de Carlos XVI Gustavo, y las tres al Mérito Militar de cada uno de los tres ejércitos de Suecia de tierra, mar y aire. 


Finalizado el Te Deum, los invitados abandonan la Capilla Real.
El Rey se dirige hacia el podium para los honores.

   Dentro de las casas reales, la precedencia fue la siguiente: primeros los monarcas en activo (Margarita y Enrique de Dinamarca, y Alberto de Mónaco), después los ex-monarcas (Juan Carlos y Sofía de España), después jefes de casas reales no reinantes (Simeón y Margarita de Bulgaria), los príncipes herederos de Suecia, príncipes de otras casas reales (Alejandro y Catalina de Serbia, Hisako Takamado de Japón y Luis y Sofía de Liechtenstein), y príncipes de Suecia.


El Rey a la espera de los honores a la bandera y a sí mismo.
Los invitados, antes de tomar asiento, aprovechan para saludarse.

   Hasta seis piezas religiosas se cantaron a lo largo del oficio, ya por el coro, ya por todos los asistentes puestos en pie. Entre unas otras, además de las preceptivas oraciones, la salutación y felicitación del Talman Riksgaden (el Presidente del Parlamento sueco).


Primero, saludo a la bandera de Suecia, mirándola.
Después, honores al Rey, todos mirando al frente.

   Tras la ceremonia religiosa, los invitados fueron abandonando la capilla por orden inverso al de llegada, comenzando por la pareja real. El siguiente acto, previsto para las 11:25, tendría lugar en el Yttre Borggården (Patio exterior) del Palacio, y consistiría en la rendición de honores al monarca y el högvaktsavlösning (cambio solemne de Guardia). A este acto acudió también S.A.R. la Princesa Beatriz de Holanda.


La familia real sueca, presenciando el solemne cambio de guardia.

   Mientras se preparaba todo, la banda militar interpretó pieza tras pieza para amenizar la espera al público allí congregado. Incluso interpretaron "Dancing Queen" de Abba. Con la unidad ya en formación, el Rey pasó revista y tomó posesión del podio de honores (de un color azul igual que el de la bandera de Suecia) y, tras el saludo a la bandera, mirándola, y los tres "hurras" gritados en su honor, sonó el himno para honrar al Jefe de Estado, todos con la mirada al frente. Tanto en los honores a la bandera como en los honores al rey, la tropa se mantuvo en posición de arma presentada.


Los invitados observan la ofrenda de 70 ramos al rey Carlos Gustavo.

   Se produjo el cambio de guardia, donde una unidad del Ejército fue sustituída por otra de la Guardia Real, con uniformes de un tono azul más claro. Y terminado este momento, tuvo lugar una ofrenda floral a Carlos Gustavo en la que setenta niños le entregaron setenta flores o pequeños ramos, uno por cada año que cumplía aquél. 


En el preciso momento en que finalizó el desfile de la Caballería de la Guardia Real
se dispararon 21 salvas de cañón, justamente a las 12.

   Una vez retirada la tropa, comenzó el desfile ecuestre de Caballería. Dicho desfile terminó pocos instantes antes de las 12:00, momento en que, con puntualidad milimétrica, se dispararon 21 salvas de cañón desde la isla de Skeppsholmen, que se encuentra frente al palacio real.


La inmensa coral popular, preparada al pie de la balconada de la terraza del León
para comenzar su recital en honor al Rey de Suecia.

   Un cuarto de hora más tarde, los invitados acudieron a la terraza de Lejonbacken (la Rampa del León) para asisitir a la sångarhyllning (actuación de una multitudinaria coral), desde la que le cantaron al Rey varias piezas, agitando banderas y haciendo pequeñas coreografías. 


La familia real y el resto de invitados, presenciando la marea musical.
Protagonismo indiscutido del Príncipe Oscar en brazos de su madre, la Princesa Victoria.

   Aparición estelar la de la heredera al trono llevando en brazos a su recién nacido benjamín, Hans Kunglig Höghet Prins Oscar, Hertig av Skåne (S.A.R. el Príncipe Óscar, Duque de Escania), de dos meses de edad. 


Tras el divertido discurso de agradicimiento del rey,
las familias reales aprovechan para sacarse fotos.


Acabado el repertorio, el rey agradeció el musical obsequio, en medio de chanzas que hicieron reír a quienes le habían estado cantando, y se retiró junto a la Reina Silvia. Al final de este acto se incorporaron a las celebraciones SS.AA.RR. los Príncipes Federico y Mary de Dinamarca o Margarita de Rumanía. Preciosos instantes de confraternización donde los padres presumieron de hijos y los padrinos de ahijados, como el caso de la Princesa Mary de Dinamarca, madrina de la Princesa Estelle de Suecia.


Mientras los invitados van llegando ya al Ayuntamiento de Estocolmo,
los reyes comienzan su cortejo en carroza tirada por seis caballos.

   Acto seguido, los invitados se fueron marchando hacia el Stadhuset (el Ayuntamiento), en cuyo Blå Hallen (Salón Azul) tendría lugar el almuerzo. Los Reyes, no obstante, se dirigieron hacia allí en cortejo solemne, en una carroza con tiro de seis caballos, y escoltados por miembros de Caballería de la Guardia Real.


El cortejo, durante el recorrido, y entrando ya en el patio del Ayuntamiento

   Al llegar los Reyes, todos los invitados los recibieron con tres "hurras", un coro gospel cantó en honor del monarca la canción "All you need is love" y después hubo un brindis para felicitar al rey por su heptagésimo aniversario.
 

Los reyes, recibidos a la puerta del ayuntamiento,
y ya en el Salón Azul, con el resto de invitados.

   Tras el almuerzo, los Reyes recibieron en el Palacio Real a los miembros del Riksdag (Parlamento) y del Regeringe (Gobierno). Por último, el banquete ofrecido ya de noche en el Rikssalen (Salón de Estado), donde la etiqueta era, curiosamente, vestido largo y diademas para las damas y sin embargo esmóquin con corbata de lazo negra para ellos. Como obsequio, el Rey regaló a los asistentes unas insignias para ellos o lazos para ellas conmemorativos de esa celebración.


Los invitados, en pleno brindis de felicitación al monarca,
y los Reyes Margarita y Carlos Gustavo al entrar al banquete, de noche.

   En definitiva, unos actos marcados por la relajación, la camaradería y la música, con ceremonias obligadas, como la rendición de honores militares al Jefe de Estado, pero incluso así amenizadas por melodías y ritmos distendidos. Muchas imágenes de familiaridad entre los herederos y príncipes, que auguran una buena y divertida complicidad entre las casas reales del norte de Europa.

   Como siempre, en el medio está la virtud.
   
Imágenes de SVT

   

   

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