sábado, 7 de mayo de 2016

Habemus Episcopum Mindoniensis-Ferrolensis

   Hacía casi un año que la cátedra episcopal de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol estaba vacía, desde que quien la venía ocupando, Su Excelencia Reverendísima Monseñor Sánchez Monge, fue nombrado Obispo de Santander. De la administración de la diócesis se vino ocupando desde entonces el Reverendo Sr. D. Antonio Rodríguez Basanta, por encargo del Colegio de Consultores. Pero hoy ya hay Obispo titular: el Padre Luis Ángel de las Heras Berzal, CFM (lo que quiere decir "Cordis Mariae Filius", referido a la congregación claretiana de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María).


El Obispo electo, en el Santuario de Saavedra,
y siendo recibido ante el Santuario de Mondoñedo.

   La diócesis de Mondoñedo-Ferrol, que abarca el norte de las provincias de A Coruña y Lugo, y en la que se encuentra la Basílica de San Martiño, considerada la catedral más antigua de España, abandona, pues, su estado de sede vacante y comienza un nuevo mandato episcopal. Para ello se cumplió esta mañana con el rito de Ordenación como Obispo y toma de posesión de su cátedra, que pasó por varias fases.


El Obispo electo, leyendo el poema de Manuel María,
y rumbo hacia el Ayuntamiento de Mondoñedo.

   El Obispo electo salió de Ferrol al amanecer y puso rumbo al Santuario de Nuestra Señora de los Milagros de Saavedra, en el Concello de Begonte (Lugo). Es tradición que el obispo haga parada en este santuario, por ser la primera parroquia de la diócesis mindoniense que se encuentra viniendo desde la ciudad de Lugo, capital de la diócesis vecina. En el santuario, el Obispo electo leyó unos versos del poeta lugués Manuel María, cuya memoria se honra el próximo 17 de mayo en el Día das Letras Galegas. Tras rezar ante la Virgen, partió con destino a Mondoñedo, y, más concretamente, al Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, copatrona de la diócesis. Allí lo recibieron Sus Excelencias Reverendísimas Monseñor Renzi, Nuncio Apostólico; Monseñor Barrio, Arzobispo de Santiago y que ejercería de Obispo ordenante en la ceremonia posterior; Monseñor Gea Escolano, Obispo Emérito de Mondoñedo-Ferrol; y Monseñor Sánchez Monge, predecesor del Padre Luis Ángel en el puesto. 


Tras la recepción en la plaza y el intercambio de presentes en el consistorio,
la corporación local acompañó al Padre Luis Ángel hasta la Catedral Basílica.

   De allí fueron a pie hasta el Ayuntamiento, donde fue recibido por la Alcaldesa, la Ilma. Sra. Dª Elena Candia López, y la corporación local. Hubo entrega de presentes y tras esa recepción, todos se encaminaron hacia la Catedral Basílica de la Asunción, escenario de la ceremonia de ordenación. Durante el trayecto a pie, las campanas de toda la villa repicaron. En la puerta de la Catedral se encontraba el Administrador Diocesano que le presentó a los miembros del Cabildo catedralicio, y le entregaron el "Lignum Crucis" (reliquia de la Santa Cruz). Tras rezar en la capilla del Santísimo, se dirigieron todos al Palacio Episcopal para revestirse para la ceremonia. 


El Cabildo le entrega el "Lignum Crucis" en la puerta de la Catedral,
y tras rezar, se van al palacio episcopal a revestirse para la ceremonia.

   A las 10:55, en procesión con las campanas de la Catedral repicando, todos los concelebrantes y el Obispo electo volvieron a la Catedral, a cuya entrada lo recibieron con cantos los miembros de la Coral Polifónica Ferrolana del Casino de Ferrol y con palabras de salutación en galego (versos del poeta oriundo Leiras Pulpeiro inluidos) del Administrador Diocesano, ya a pie de altar. En el coro, el Nuncio Apostólico, Cardenales, Arzobispos, Obispos y Vicarios Generales acompañaron al Obispo electo en la ceremonia, presidida por el obispo ordenante, el Arzobispo de Santiago, que es también obispo metropolitano de la provincia eclesiástica de Galicia. 


Momentos de la salutación del Administrador Diocesano,
y de la lectura del Santo Evangelio.
   
   Tras el rito de la Palabra, con lectura solemne del Evangelio (incensando el diácono lector antes de leerlo y bendiciendo con él el Arzobispo de Santiago, después), comienza el rito de la Ordenación. Un presbítero pide al Arzobispo de Santiago que ordene Obispo al electo, y el Arzobispo pregunta si hay mandato apostólico de nombramiento episcopal. El Canciller Secretario da lectura al mandato emitido por la Santa Sede que permite la Ordenación del Padre Luis Ángel como Obispo de Mondoñedo-Ferrol, y se lo muestra a los miembros del Colegio de Consultores. Después, obispo ordenante y sus dos concelebrantes, todavía sentados y mitrados, examinan en la fe y disposición al Obispo electo, en pie frente a ellos, haciéndole varias preguntas sobre si quiere consagrarse y ocupar esa cátedra, a las que éste debe responder "Sí, quiero". A la última pregunta, responde "Sí, quiero, con ayuda de Dios".


El Canciller Secretario lee el mandato apostólico de nombramiento y ordenación,
y el Obispo electo es interrogado sobre su aceptación por el Obispo ordenante.

   Acto seguido, el obispo ordenante reza una oración pidiendo la gracia para el elegido, quien se postra en tierra. Se levantan los concelebrantes, se quitan las mitras, y se cantan la Letanía de los Santos, añadiendo en este caso a santos importantes para la diócesis y para el propio ordenando, tales como San Rosendo (patrón de la diócesis), San Julián (patrón de Ferrol), o San Antonio Mª Claret (fundador de la congregación a la que pertenece el ordenando). Finalizadas las letanías, el Obispo electo se incorpora y, arrodillado ante el Obispo ordenante, recibe la imposición de manos de éste y del resto de los concelebrantes, todos ellos mitrados nuevamente. Terminada esta imposición, dos diáconos sostienen sobre él los Evangelios abiertos hacia él, para pedir que difunda bien su mensaje pastoral, y se reza la Oración de Consagración, durante la cual los concelebrantes están en pie, sin mitra, y con su mano derecha extendida hacia el ordenando arrodillado, participando así del rito.


Durante la Letanía de los Santos, el ordenando permanece postrado,
y arrodillado durante la oración de ordenación e imposición de insignias episcopales.

   Finalizada la oración, los concelebrantes se sientan y se ponen las mitras, para la Unción con el Santo Crisma, óleo consagrado el Jueves Santo. Tras el canto del "Laudate Dominum", se le imponen al Obispo el solideo púrpura y se le entregan las insignias episcopales: el anillo pastoral, la mitra y el báculo. El ya Obispo de Mondoñedo-Ferrol se pone en pie y se dirige a la cátedra, donde se sienta y toma posesión. La Catedral se llena de aplausos y empieza el llamado "beso de la paz": primero sus colegas lo abrazan y felicitan, luego lo hacen unos seglares en representación del pueblo y por último, lo hacen los diáconos.


El ya Obispo de Mondoñedo-Ferrol toma posesión de su Cátedra,
y luego oficia el rito eucarístico. En la casulla, emblema del Buen Pastor.

   Finalizado el rito de la ordenación, comienza el rito eucarístico, oficiado por el nuevo Obispo, que recibe las ofrendas de pan y vino mientras suena el Himno del Año Jubilar de la Misericordia. La primera vez que habla como Obispo es durante el Ofertorio. Desde el Prefacio hasta la reserva de la Comunión, debe abandonar, como es lógico, sus recién adquiridos solideo y mitra. En la Anámnesis es nombrado por primera vez como Obispo de Mondoñedo-Ferrol ("... y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Luis Ángel, los presbíteros y diáconos, y todos los pastores que cuidan de Tu pueblo, ...").


Acompañado por sus dos antecesores, bendice a todos los asistentes,
y luego ocupa su cátedra de nuevo, esperando las alocuciones.

   Tras la Comunión, y acompañado por sus dos predecesores, Sus Excelencias Reverendísimas Monseñor Gea Escolano y Monseñor Sánchez Monge, el Obispo recorre el templo bendiciendo a los feligreses. Ya de nuevo en el presbiterio, unas palabras del Nuncio Apostólico, del Vicario general de los Misioneros Claretianos (que recordó que precisamente hoy se cumplían 66 años de la canonización de San Antonio Mª Claret, por parte de Pío XII) y de la nueva Presidente de CONFER (sucesora del propio Padre Luis Ángel, por tanto, que ostentaba ese puesto hasta su nombramiento como Obispo mindoniense).


Primera vez que comulga y se dirige a sus feligreses tras ser,
oficialmente, el 98º Obispo de Mondoñedo-Ferrol

   Finalizó la ceremonia con las primeras palabras del Obispo de Mondoñedo-Ferrol dirigidas a su diócesis: discurso gracioso, bastante parte de él dicha en gallego, con palabras de especial gratitud al Administrador Diocesano, el Reverendo Sr. D. Antonio Rodríguez Basanta, por su buena labor durante este largo tiempo de sede episcopal vacante. Tras estas alocuciones, canto y rezo del Regina Coeli (oración que en tiempo de Pascua sustituye al Ángelus), primera bendición del Obispo desde el altar, y "dimissio" enunciada por un diácono.


Bendición episcopal, haciendo tres veces la señal de la cruz,
frente al soberbio rosetón de la Catedral Basílica de Mondoñedo.

    Con la procesión de retirada se puso broche final a esta ceremonia llena de ropas litúrgicas blancas, solideos rojos y púrpuras, simbología rigurosa y solemne combinada con momentos hasta de chanza y risa, y un mandato nuevo de un Obispo que deja claro que su función, pese a estos rigores litúrgicos, es la de convertir su casa en la casa de sus feligreses, practicando esto (lo pastoral) sin descuidar aquello (lo ceremonial).

   Como siempre, en el medio está la virtud. 


  Imágenes de la diócesis y de 13TV

 
 

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