jueves, 19 de junio de 2014

La última Ley


   En estos momentos, hay en España dos reyes, dos reinas y una heredera al trono. Y todo comenzó ayer a las 18:00 horas, cuando hacían su entrada en el Salón de Columnas del Palacio Real los protagonistas de la tarde: SS.MM. los Reyes D. Juan Carlos y Dª Sofía y SS.AA.RR los Príncipes de Asturias y las Infantas Dª Leonor y Dª Sofía. 


Exteriores del Palacio Real,
y autoridades en el Salón de Columnas.

   Cuatro butacas, una de ellas con alzas ubicada en el lugar de mayor precedencia, esperaban en el centro de la estancia. Y otras dos estaban también vacías a la espera de las hijas de los Príncipes de Asturias en la zona derecha, junto a la ocupada por S.A.R. la Infanta Doña Elena, Duquesa de Lugo. Detrás de ellas, SS.AA.RR. las Infantas Dª Pilar y Dª Margarita (acompañada ésta de su marido D. Carlos Zurita), y SS.AA.RR. los Duques de Calabria D. Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Dª Ana de Orleans.



Miembros de la Familia Real y Familia del Rey,
y autoridades principales del Estado.


   A la izquierda, los titulares de los poderes del Estado: el Sr. D. Mariano Rajoy (inexplicable y sorprendentemente acompañado por su esposa) como Presidente del Gobierno, el Excmo. Sr. D. Jesús Posada en cuanto que Presidente del Congreso de los Diputados, el Excmo. Sr. D. Pío García-Escudero como Presidente del Senado, y los Excmos. Sres. Presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo General de Poder Judicial, por este orden, los Sres. D. Francisco Pérez de los Cobos y D. Carlos Lesmes.


SS.MM. y SS.AA.RR. acceden al Salón de Columnas
y, en pie, escuchan el himno nacional que da inicio al acto.

   SS.MM y SS.AA.RR se dirigieron hacia sus asientos con toda la concurrencia puesta en pie y aplaudiendo, hasta que comenzó a sonar (un poco abruptamente, todo hay que decirlo) el himno nacional, y todos lo escucharon con la gravedad requerida. Al fin del himno, D. Gabriel Solchaga, segundo Jefe de Protocolo de Casa Real que hizo las veces de maestro de ceremonias, dio comienzo al acto con una breve introducción sobre el proceso legislativo seguido respecto a la abdicación, y dio la palabra a quien debía hacer la lectura del texto legal a sancionar, el Subsecretario de Presidencia, el Sr. D. Jaime Pérez Renovales.


El Rey y el Príncipe de Asturias escuchan la lectura del texto legal
a cargo de D. Jaime Pérez Renovales

   El Subsecretario leyó muy correctamente toda la Ley, desde el Preámbulo. Se hizo raro escuchar en boca de Pérez Renovales el discurso que pronunció el Rey el día 2 de junio cuando anunció al pueblo su decisión de abdicar, pero no podía ser de otra forma, toda vez que dicho discurso figura textualmente transcrito en el Preámbulo de la Ley Orgánica de abdicación.


S.M. sanciona y promulga su última ley, la de su abdicación

   Finalizada la lectura del cuerpo normativo, el maestro de ceremonias anunció que el Rey sancionaría y promulgaría en ese momento la Ley de su abdicación. Todos en pie, mientras S.M. D. Juan Carlos se dirigía hacia la mesa y procedía a la sanción mediante su firma. Lo propio cuando el Presidente del Gobierno acudió a refrendar con su rúbrica la sanción real, como es constitucionalmente preceptivo. Pequeño fallo del Sr. Rajoy, que primero tomó la pluma de manos del Rey y luego hizo la reverencia, cuando debería haber sido al revés.



Refrendo del Presidente del Gobierno
y beso de los Reyes tras la firma de la Ley de abdicación.


   Tras el solemne y contundente anuncio del maestro de ceremonias "Queda sancionada, promulgada y refrendada la Ley Orgánica que será publicada mañana en el Boletín Oficial del Estado", el Rey volvió a su sitio en plena ovación. Primero, la Reina Doña Sofía le dio un cariñoso beso en la mejilla y luego padre e hijo se dieron un emotivo abrazo, que aprovechó D. Juan Carlos para intercambiar puestos con un sorprendido Príncipe, que no esperaba esa espontánea cesión de la presidencia y que incluso tuvo que ser atraído al puesto de honor por su madre la Reina. 


Abrazo entre padre e hijo, con el espontáneo cambio de precedencia, ayudado por la Reina.
Cambio simbólico, porque jurídicamente Felipe seguiría siendo Príncipe casi seis horas más

   Al fin de los dos minutos de aplausos, las nietas de D. Juan Carlos se acercaron a darle un beso, y también a Dª Sofía. Este gesto, que podría haber sido muy tierno (de hecho, muchos así lo han considerado), a mi modo de ver resultó forzado, nada natural, tenso, y me causó precisamente la sensación opuesta. Mucho más emocionante fue, en mi opinión, el cruce de miradas entre D. Juan Carlos y Dª Elena, que estaba visiblemente refrenando la emoción. 


Todos en pie, ovacionan durante dos minutos a D.Juan Carlos.
Especialmente emocionadas, las Infantas Dª Elena, Dª Pilar y Dª Margarita.

   Puso fin al acto el himno nacional, el último que escucharía D. Juan Carlos como Jefe de Estado. Esta vez, no interrumpió los aplausos de los asistentes al Rey. Tras el himno, SS.MM y SS.AA.RR (Príncipes, Infantas y Duques de Calabria) salieron del Salón de Columnas hacia la Saleta de Gasparini, donde las autoridades e invitados presentes saludaron a los Reyes y su familia. 


Las todavía Infantas Leonor y Sofía besan a sus abuelos los Reyes,
y luego todos en pie escuchan el himno que cierra el acto.

   A las 12 de la noche, al entrar en vigor la Ley Orgánica sancionada seis horas antes, y ser ya efectiva la abdicación (recordemos que no hay interregno), la cuenta oficial de la Casa Real en Twitter cambió su avatar, mostrando ya el nuevo escudo del Rey Felipe VI, de fondo púrpura en vez de azul, y sin cruz de Borgoña ni yugo ni flechas. Asimismo, la página web de Casa Real anunció que estaba "Fuera de Servicio", mientras hacen los cambios lógicos, no sólo de fotografías, sino también de contenidos (por ejemplo, las Infantas Dª Elena y Dª Cristina dejan de ser miembros de la Familia Real -formada ya sólo por los cuatro Reyes, la Princesa de Asturias y su hermana la Infanta Dª Sofía- para ser miembros de la Familia del Rey)



Príncipe y Rey escuchan el himno, cada uno con miniatura del Toisón en la solapa,
y abandonan el Salón igual que entraron, porque todavía no hay cambio en la precedencia


   En cuanto a la simbología, es de destacar que tanto el Rey como el Príncipe llevaban en la solapa de su traje oscuro (que era la etiqueta requerida para los caballeros) la miniatura del Toisón de Oro, pero con una peculiaridad: la miniatura que llevaba el Príncipe incluía la venera de Gran Maestre de la orden. Es un detalle precioso por parte del Rey, aunque lo encontré precipitado. Ya que al día siguiente le impondría el Fajín de Capitán General, es un poco incoherente que pueda llevar la venera antes de ser Rey y, por tanto, Gran Maestre. En otro orden de cosas, sigo sin entender la manía de poner siempre la bandera de la Unión Europea, totalmente innecesaria en esta ceremonia.


Además de cambios protocolarios y jurídicos, también los hay informáticos,
como en la web o en el Twitter oficiales de Casa Real.

   Respecto a ellas, las más elegantes sin duda fueron la Reina Dª Sofía y la Infanta Dª Elena, particularmente deslumbrante con un traje sastre de corte impecable en un tono rojo que la favorecía y la distinguía. La Princesa Dª Letizia, anodinamente vestida, destacó más por el excesivo y nada disimulado celo en vigilar a sus hijas que por su indumentaria o actitud solemne. 


Los Reyes que seguirán siéndolo, aunque ya no como Jefe de Estado y su consorte,
en virtud de la firma y entrada en vigor de la Ley Orgánica 3/2014, de 18 de junio

   En definitiva, una ceremonia sencilla, solemne, y digna. Y para mí fue emotiva por su significado, por su ejecución puntual, por ser representación plástica de la juridicidad de la sucesión, y también por la presencia de las hermanas de D. Juan Carlos, que tanto me han recordado a D. Juan y a Dª María de las Mercedes. Un precioso homenaje a la historia de esa familia, y un hermoso gesto de continuidad dinástica.

   Como siempre, en el medio está la virtud.

Imágenes de Casa Real




No hay comentarios:

Publicar un comentario