martes, 30 de abril de 2013

La última cena... como Reina

   Por tercera vez consecutiva, el trono de los Países Bajos es cedido en vez de heredado. Guillermina abdicó en favor de su hija Juliana, y ésta lo hizo en favor de su hija Beatriz. Hoy cumple con esta tradición la propia Beatriz. Deja de ser reina y vuelve a ser princesa, deja de ser Majestad y vuelve a ser Alteza, como lo había sido ya antes de ascender al trono. Pero en todos estos pormenores entraremos cuando se haya cumplido el trámite.

Su Majestad Beatriz, durante el anuncio de su inminente abdicación

   Ahora nos ocuparemos de la primera parada de esta ceremonia en tres actos (o cuatro, si contamos el paseo en bote por los canales de Amsterdam). Como es ya costumbre en los eventos de gran relevancia, la noche anterior a la gran cita se ofrece una cena de gala a los invitados y asistentes de mayor alcurnia. Y este caso no ha sido excepción. 

Museo Nacional, en Amsterdam, en cuyo interior tuvo lugar la cena de gala


   En la hermosa y soberbia galería interior del Rijksmuseum, el Museo Nacional sito en la capital holandesa, se han concitado representantes de instituciones de los Países Bajos y Argentina, de la Unión Europea, y, como no podía ser de otra manera, de las casas reales. No hay que olvidar que se trata de la última cena de Su Majestad Beatriz como Jefa de Estado, y también de Su Alteza Real Guillermo Alejandro como Príncipe de Orange, es decir, heredero.

Interior de la galería, y final de la mesa en T

   Para la ocasión, la etiqueta masculina exigía esmóquin (o black tie) y la femenina vestido largo, como acto nocturno que era, y los invitados cumplieron estos requisitos de indumentaria.

La Reina, flanqueada por los Príncipes de Orange, a su llegada al Rijksmuseum
   En cuanto al banquete en sí, se optó por una mesa en T, como es costumbre en las monarquías del norte de Europa. La mesa presidencial, decorada con un ornamento floral un tanto excesivo (hasta el punto de que, en palabras de la profesora y protocolista María de la Serna, se hizo de menos a la fantástica pieza pictórica de Rembrandt que destacaba tras la reina), estuvo ocupada por la reina Beatriz, teniendo a su derecha el Príncipe de Orange y a su izquierda al Primer Ministro holandés Mark Rutte. A continuación, los príncipes herederos de las dinastías marroquí, noruega, sueca, danesa, belga, luxemburguesa, etc. 

Mesa presidencial, con la fabulosa obra "Noche de Ronda" (de Rembrandt) detrás.

   Y con el fin de esta cena, en cuyo transcurso la reina Beatriz pronunció su último discurso como monarca dirigido a todos los neerlandeses y televisado en directo, se inician ya los fastos para el cambio efectivo en la jefatura de Estado holandés. Así, aunque luego hablemos de las ceremonias más institucionales y de sus repercusiones oficiales y protocolarias, no dejamos de lado esta despedida de, por ahora, "Hare Majesteit" Beatriz de los Países Bajos. 

Tres ejemplos de las parejas asistentes: los príncipes herederos de
Luxemburgo, Noruega y Brunei. Sarah de Brunei, de hecho,
vestida con los colores azul y naranja, del escudo Orange-Nassau.

   Como siempre, en el medio está la virtud.

   Imágenes de Hola




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