domingo, 13 de noviembre de 2011

La elegancia a lo “Don Hilarión”.

   No se refiere el título a lo gentil o caballeroso que pudiera ser el famoso personaje de zarzuela con “una morena y una rubia hijas del pueblo de Madrid”, sino más bien a una de esas frases lapidarias que ha pasado a la historia, en lo que a mí concierne, por obra y gracia de este viejo pícaro. Hoy, las ciencias adelantan que es una barbaridad... y yo diría... los tiempos adelantan que es una barbaridad... a veces para bien, a veces para no tanto bien.

El actor Enrique del Portal, dando vida al citado personaje de "La Verbena de la Paloma"

   Las reglas de educación han sufrido una transformación, que en algunos aspectos podemos calificar de positiva, pero en otros casos, lo que han sufrido es un revés. Sin embargo, impregnándonos de optimismo, veremos la mutación beneficiosa, por ramas:

   - Buenas maneras. A pesar de la relajación de las formas, que llega a niveles alarmantes en los que un individuo puede llegar a la mayoría de edad sin haber usado nunca el “Usted”, por lo general se están dando soluciones satisfactorias a las exigencias. Así,  ahora las invitaciones se cursan “D./Dª... y acompañante”, evitando el peliagudo “y marido/Sra.” Primero, porque ahora muchas veces es la mujer la invitada y el acompañante es el marido, y hay una inexplicable reticencia a poner “Dª... y Sr.”. Pero veámoslo desde otro punto de vista. ¿Y si D. … viene con una mujer que no es su señora pero sí su novia, o su amante? ¿Y si, directamente Dª … viene con su pareja, que no es un señor, sino otra señora? Encuentro acertadísima, por lo discreto y democrático, esta nueva fórmula.

Las redes sociales democratizan al máximo las relaciones y la comunicación.

   - Protocolo oficial. Si bien me mantendré siempre en contra de esa hipócrita tendencia a suprimir los tratamientos de los altos cargos administrativos (no así legislativos, judiciales, académicos, etc.), es cierto que es un cambio. Y la otra novedad es que puestos tradicionalmente reservados a varones, son ocupados por mujeres. Nunca había habido una Ministra de Defensa, o de Asuntos Exteriores, y que ahora sí se den estos casos es plausible. Pero me temo que el tema de la etiqueta no está muy definido, todavía: pasar revista a la tropa con vestido largo puede ser una incomodidad, pero es lo exigido para los actos militares... por ahora.

   - Ceremonial empresarial. Es horrible que las empresas recorten, dada la situación económica actual, los presupuestos de protocolo y comunicación, pero las grandes multinacionales, conocedoras de las ventajas de uno y otra, optan por no hacerlo. Y a este respecto, cobran inusitada relevancia las redes sociales. Un buen gestor de comunicación que se dedica a atender las peticiones y consultas que los usuarios hacen a través de estas vías, repercutirá mayores beneficios a la empresa, con un gasto mucho menor que la publicidad tradicional, y con unos inmejorables resultados para, otro nuevo concepto, la “reputación digital” de la entidad.


   - Eventos sociales. La moda y sus cambios inciden enormemente en este asunto, amén de la legislación vigente. Cada vez se da con mayor frecuencia que las parejas decidan casarse por lo civil, y muchas veces se opta por atuendos poco ceremoniosos, mucho más económicos, reutilizables y cómodos. Pero lo que me parece un “quiero y no puedo” son los Bautizos y Comuniones civiles, instituciones nuevas de ceremonias inventadas, que yo personalmente, ni comparto, ni comprendo, aunque me alegro por los niños, principales beneficiarios en calidad de receptores de regalos y de la fiesta, que de otro modo no podrían tener. También me alegro por los empresarios, que no han perdido esos clientes no religiosos, finalmente.

   - Comunicación social. Es el ejemplo que mejor ilustra la frase de D. Hilarión. Las redes sociales y la comunicación digital cambian a cada segundo, se actualizan, se modifican, se crean nuevos soportes, … Y hay una revolucionaria industria que aument sin freno: la de los “teléfonos inteligentes”. Antes, uno podía enviar un correo electrónico a otro a la hora que fuera, porque no molestaba, puesto que el receptor lo vería al encender su ordenador a la mañana siguiente. Hoy, no. Si envía su currículum para optar a un puesto de trabajo, y lo hace a las 5:00 a.m., como el responsable de Recursos Humanos tenga un móvil con conexión a su correo las 24 horas, puede irse olvidando de su querido puesto... ya que esos despertares abruptos no suelen ser muy bien vistos, y no generan buena predisposición.

Tracy y Hepburn, enfrentados en "La Costilla de Adán" (1949)

   Así pues, los tiempos cambian, las reglan han de hacerlo, y el cuidado habrá que ponerlo en que esos cambios no arrastren consigo las cosas buenas de antes. Que alguien almuerce todos los días un bocadillo y un refresco sin vaso, no es excusa para que esa persona no sepa utilizar correctamente los cubiertos o beber por una copa. De todos modos, como conclusión final, en una carambola de citas, tomando las palabras de Spencer Tracy en “La Costilla de Adán”, que a su vez, cita al pueblo francés, diré a estos nuevos y distintos tiempos que vienen: “Vive la différence!”.

   Como siempre, en el medio está la virtud.

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